El alquimista 310817

Comenzando por la primera parte del texto que nos habla sobre el cambio drástico que existe entre la forma en la que se le dedicaba tiempo a la lectura antes y ahora, retomando un poco, antes era más común ver niño y adultos leer y también éstos más interesados y exigentes en que sus hijos tengan esa habilidad. Actualmente es muy complicado encontrar padres que deseen inculcarle a sus hijos el hábito de la lectura ya que en nuestro país es muy complicado porque la mayoría de los padres requieren ocupar su tiempo específicamente para el trabajo sin poder realizar un esfuerzo por tener cierta convivencia con sus hijos, lamentablemente esto causa una separación emocional hacia los padres y con esto una falta de respeto a la autoridad que tienen hacia ellos, todo esto comparado con las respuestas hacia las encuestas realizadas nos revelan que no todos tienen la educación antigua que daba un progreso a la lectura si no que la mayoría de los jóvenes no cuentan primeramente con el apoyo de sus padres, con el de sus familiares y a veces ni con el de los maestros, para lo cual no existe una motivación inicial y ya sea que el estudiante se ponga “las pilas” o no, sabremos si toma la decisión pero ¿Realmente se puede obligar a alguien a leer? Muchas personas y alumnos en su mayoría se sienten con esa responsabilidad porque necesitan de la lectura para poder realizar una tarea o trabajo que le solicita su profesor y que si no entrega no puede bajar su calificación y que también lo menciona la lectura: el profesor podría no negociarlo con el niño.

Los alumnos no muestran ya un interés por la lectura, solo piensan en cumplir de la forma más sencilla su trabajo, solo pocos manifiestan un poco su hábito lector: contando un poco sobre su libro favorito o teniendo una compañía con la que comparte sus increíbles viajes a través de los libros que lee y en algunas ocasiones recomendando algunos de sus libros preferidos.

La lectura que tienen los alumnos de secundaria entrevistados nos revela muchas cosas, la más importante obviamente es que sus lecturas son muy escasas y en muy poco tiempo, algunos argumentan que es porque “no tienen tiempo”. Y lo más importante es que uno como docente debe de influir positivamente con los alumnos sobre algunas lecturas para que puedan comenzar una nueva etapa que les abrirá la mente.